Tango – La gente y la arquitectura también atraen a los turistas extranjeros

TURISMO : ENCUESTA DE UNA UNIVERSIDAD PRIVADA ENTRE 670 VISITANTES DEL EXTERIOR

Lo destacaron como lo que más les gustó, además de los «clásicos» buenos precios y gastronomía. La mayoría asoció a la Ciudad con las palabras tango, fútbol y Diego Maradona . Los chilenos sumaron a Menem.

La gente, la comida, la movida cultural, el shopping y la noche. Los turistas extranjeros ponen en juego los cinco sentidos a la hora de definir los encantos de Buenos Aires. Una en cuesta realizada en La Boca, San Telmo, Recoleta y Puerto Madero dio como resultado un mapa de sus gustos y preferencias.

Caminar, comprar y ver espectáculos es lo que más les divierte a los chilenos, principal mercado limítrofe que llega a la Ciudad. A estas actividades, los españoles suman visitas a los museos, y el 10% de los brasileños que pasa aquí sus vacaciones hace algún negocio.

Estos datos surgen del relevamiento encarado por la Subsecretaría de Turismo del Gobierno porteño con la Universidad J. F. Kennedy, entre noviembre y diciembre de 2004. Se encuestaron a 670 extranjeros, en su mayoría latinoamericanos (el 48%), seguidos por europeos (30%) y norteamericanos (18%). A todos se les preguntó con qué palabras asocian a Buenos Aires. Tango, Maradona y fútbol fueron las más repetidas. El estudio también apuntó a conocer las actividades que realizaron durante su estadía, en promedio de 5 o 6 días. Recorrer los barrios a través de su arquitectura y su variada gastronomía forman parte de la agenda de brasileños, chilenos y norteamericanos, entre otros.

«Me gusta la comida condimentada y encontré un circuito de cocina japonesa, mexicana y tailandesa en Palermo Viejo muy interesante», comenta Rosie Gandhi, en la mesa de un bar de San Telmo. Rosie vino de la India, un país de procedencia poco habitual en los visitantes de la Ciudad.

Conocer de dónde vienen los turistas y cuál es su perfil permite desarrollar estrategias para seducirlos. Así lo entendió el dueño de Territorio, un restorán en Estados Unidos y Bolívar que promociona cervezas artesanales para acompañar picadas de ahumados. «Pero también tuvimos que agregar café con leche al menú, porque los americanos lo piden mucho para almorzar y cenar», apunta Miguel Palacios.

Según el muestreo, el 78% de los estadounidenses y canadienses consultados calificaron de muy buena y excelente la oferta gastronómica. Los italianos fueron más entusiastas: el 90% de los entrevistados elogió la comida con las mismas notas.

El aluvión turístico va en aumento. El fenómeno que en 2004 le dejó a la Ciudad $ 1.900 millones, según la Subsecretaría de Turismo, les está cambiando el pulso a algunos barrios. En San Telmo, por ejemplo, ahora se editan guías y mapas en inglés y castellano, con datos de lo más diversos: desde visitas guiadas al Casco Histórico, anticuarios y precios de los hostels, hasta restoranes, hospedajes y peluquerías donde los visitantes gays, un nicho importante del mercado turístico de Buenos Aires, son bienvenidos.

«El ambiente nocturno es muy divertido. Los boliches abren a la hora que en Nueva York cierran», dice sorprendida Harmony Hansen, una estadounidense que encontró «buena música electrónica, gente interesante y ropa a precios razonables». No es la única que destaca el factor humano. Según esta radiografía de preferencias, la personalidad de los porteños está a la altura del tango o el bife de chorizo. El 31% de españoles y el 30% de brasileños e italianos contestaron «la gente» cuando se les preguntó por lo mejor. «Hay un clima amigable. Les gusta salir mucho de noche, ¿no?», se pregunta y responde Alex Webb, un estudiante llegado de Inglaterra.

Entre los barrios preferidos, los europeos se inclinan por los clásicos San Telmo, Puerto Madero, Recoleta, el Centro y La Boca. Chilenos y uruguayos, en tanto, eligen recorren Palermo y pasean por Tigre.

Mientras los españoles entrevistados destacaron los parques, las mujeres y la noche, los ingleses creen que lo mejor de Buenos Aires es la arquitectura. Bernard Bacquie y Daniel Cassari, dos pilotos de avión franceses, coinciden. «Es la ciudad más europea de Latinoamérica, sin dudas. Los barrios viejos son muy pintorescos y melancólicos», define Bacquie en un bar frente a la Plaza Dorrego.

Justamente Europa fue la palabra que respondieron el 20% de los paraguayos consultados para identificar esta Ciudad que se está transformando en un destino internacional: a Ezeiza llegaron en 2004 un 14% más de extranjeros que en 2003, según la Dirección de Migraciones.

En promedio, los extranjeros gastan unos 120 dólares por día, gran parte para las compras. Ir de shopping es uno de los planes preferidos por europeos y latinoamericanos. Se llevan ropa, zapatos de cuero, cosméticos y libros, según el departamento de marketing de Galerías Pacífico, uno de los centros comerciales que más turistas recibe.

«Me puse al día con la música y libros de fotografía», afirma Aine Mc Manus, una irlandesa que volvió al hostel cargada de bolsas. Esta postal se multiplica también en la puerta de hoteles de categoría. Tango, Diego Maradona , Obelisco, carne. La demanda de íconos porteños está en alza.

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