En el capítulo de ayer, las dos mujeres que pelean el amor de Martín se vieron, cara a cara, arriba de un ring de boxeo. Obviamente, el personaje de la Oreiro, se consagró triunfadora
No somos inmorales. No hacemos apología de la infidelidad. Pero nosotros, que nos criamos a imagen y semejanza de las simpáticas monjas de un colegio de monjas impolutas, queríamos que La Monita ganara la pelea. Que la amante del muchacho, esa idiota que vive en las sombras de la vida de su amado, que llora en silencio por su desgracia y que nunca lo tiene en la cama, una noche, para ella solita, salga triunfadora. Porque anoche, la mujer oficial y la mujer no oficial de Martín Quesada se subieron al ring y fueron, sin quererlo, representantes mediáticas de esas «guerras frías no televisadas» que se dan, todos los días, entre amantes y esposas.
Natalia Oreiro – Sos mi vida
Como para andar contando el final del cuento, diremos que los autores nos apoyaron en nuestro pedido: o sea, que el personaje de la Oreiro, noquee a la insoportable Constanza y levante los brazos de la victoria, haciendo justicia, de una buena vez. Así pasó. La maldad no pudo con la nobleza y La Monita, boxeadora profesional, le colocó un derechazo a La Momia (o sea, Constanza) lo suficientemente potente como para dejarla tendida en el piso durante un largo rato. Excelente. Nada de preámbulo aburrido ni de golpecitos tontos ni de vueltas insanas: un golpe al medio de la cara, clarito y limpio pudo hacer que la sonrisa aparezca en nuestro rostro.
Con todo este barullo que se armó con la pelea entre La Monita (la amante de Martín) y La Momia (la esposa de Martín) nos pusimos a pensar en algo más que se nos desprende, casi inconscientemente, de la situación estrictamente televisiva y reflexionamos sobre varias cuestiones interesantes. ¿Por qué la infidelidad tendrá tanta buena prensa en las ficciones argentinas? ¿Por qué «la otra» siempre es «la buena»? ¿Por qué «la mala» siempre es «la esposa»? ¿Por qué, en la vida real, esas mismas valoraciones morales se dan justito al revés? ¿No habría que golpearlo al tipo para que se avive y resuelve la situación más rápido…?
Anoche, La Monita pudo ganar una batalla. Habrá que ver si, al final del año, la pobre muchacha se quedará con la guerra completa. Seguro que sí. Esto es la televisión.
http://www.clarin.com/diario/2006/08/17/conexiones/t-01254272.htm
Estoy enamorada de martin!!!. Te amo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
HOLA SOY FELI LOS RRE QUIERO CHICOS
LES MANDA SALUDOS MI MAMA’
BUENO
BESOS
PARA LA MONITA