Veinte años después de Live Aid, millones de personas se movilizan en los cinco continentes para asistir a una serie de megaconciertos, organizados por el comprometido rockero irlandés Bob Geldof para sensibilizar la conciencia mundial sobre la pobreza en Africa.
Acontecimiento pop-rock de la década, el Live 8 esta destinado a presionar a los dirigentes de los países del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, y Rusia) que se reunirán en Escocia del 6 al 8 de julio, para que actúen contra la pobreza en Africa.
Los conciertos se celebran en Tokio, Londres, Berlín, Roma, Versalles (inmediaciones de París), Filadelfia (este de Estados Unidos), Barrie (este de Canadá), Moscú, Johannesburgo y Cornuailles (suroeste de Gran Bretaña).
El evento dio comienzo en la capital japonesa el sábado a las 14H00 locales (05H00 GMT). Para atraer al público Bob Geldof, de 52 años, ex líder del grupo Boomtown Rats, ha sabido recurrir hábilmente a los contactos de su agenda asegurando la participación de estrellas planetarias, la mayoría anglosajonas.
Así U2 o Pink Floyd, que se une excepcionalmente para la ocasión, Bjork, Bon Jovi, Bryan Adams, Green Day, Madonna, Alicia Keys, Placebo, los Pet Shop Boys, Shakira o Stevie Wonder, «dinosaurios» del rock y del pop han respondido a la llamada de «San Bob».
En el concierto del Hyde Park de Londres, en el que participa el propio Geldof, están también Annie Lennox, Coldplay, Dido, Elton John, Joss Stone, Keane, The Killers, Madonna, Mariah Carey, Ms Dynamite, Paul McCartney, Pink Floyd, Razorlight, REM, Robbie Williams, Scissor Sisters, Snoop Dogg, Snow Patrol, Stereophonics, Sting, Travis, UB40, U2 y Velvet Revolver.
Este Live 8 es heredero del Live Aid de 1985, un doble concierto celebrado en Londres y Filadelfia y organizado también por Bob Geldof, destinado igualmente a la obtención de fondos destinados a combatir la pobreza del continente africano.
Según los organizadores, unos 5. 500 millones de personas, casi el 85% de la población mundial, podrán seguir estos conciertos. «Se trata sin ninguna duda de un momento de nuestra historia en el que la gente normal puede aprovechar la oportunidad que se le ofrece de realizar algo extraordinario: pedir a los ocho hombres más poderosos de este planeta que hagan algo para poner fin a la pobreza», explica Geldof.
Este veterano del rock confía en que la presión sobre los dirigentes del G8 no concluya el 2 de julio por la noche, por lo que ha hecho un llamamiento a todos los espectadores de estos conciertos para que acudan a Escocia el 6 de julio a manifestarse.
«Los dirigentes del G8 tienen el poder de cambiar la historia. Pero sólo tendrán la voluntad de hacerlo si decenas de miles de personas les dicen que ya es suficiente», añadió.
Algunos críticos, no obstante, reprochan a los artistas participantes que piensan demasiado en su imagen y en las multinacionales discográficas y sus beneficios, subrayando la poca presencia de artistas africanos.
En respuesta, los organizadores adelantaron la presencia del senegalés Yussu N’Duren en el concierto de Versalles y el espectáculo de Johanesburgo. Para los organizadores del Live 8, el objetivo es movilizar las buenas voluntades más que conseguir dinero.