El espectáculo musical que fue anunciado como el más importante de la historia comenzó el sábado en Tokio cuando las primeras estrellas de rock subieron al escenario, en un evento global que aspira a impulsar a los líderes del mundo a que ayuden a los pobres.
Live 8, una versión extendida de Live Aid -realizado hace 20 años-, se desarrollará en diez ciudades y en cuatro continentes. La serie de recitales se inició en la capital japonesa en oriente y concluirá en América del Norte en occidente.
«Estamos aquí hoy para hacer historia con la pobreza», dijo al público el cantante Tom Fletcher, del grupo británico McFly, al subir al escenario del centro de conferencias en el que se realiza el concierto, en las afueras de Tokio.
«Este es el recital más importante en el que tocaremos y éste es el recital más importante que ustedes verán», añadió Fletcher.
Muchos de los miles de espectadores manifestaron que fueron al concierto sólo para disfrutar de la función principal, la presentación de la cantante islandesa Bjork, quien dará su primer recital en vivo en dos años.
En Londres, donde se ofrecerá el que es considerado el principal de los diez conciertos previstos, Paul McCartney y Bono, el líder de U2, abrirán el espectáculo con una interpretación de «Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band», de The Beatles.
En Hyde Park se esperan más de 200.000 personas, y además de esos artistas se presentarán, entre otros, Elton John, Madonna y Pink Floyd.
A diferencia de 1985, cuando alrededor de 1.500 millones de televidentes vieron Live Aid y donaron más de 100 millones de dólares para las víctimas del hambre en Etiopía, los organizadores cuentan con Internet y con los teléfonos celulares para intentar superar esa audiencia.
El músico Bob Geldof, uno de los principales organizadores, pretende que el evento sea sobre la gente pobre y no sobre el dinero.
La meta del artista es forzar a los líderes del Grupo de los Ocho, que se reunirán en Escocia la semana próxima, a que hagan más para aliviar la pobreza en el mundo, particularmente en Africa.
«Diez conciertos, 100 artistas, un millón de espectadores, 2.000 millones de televidentes y un mensaje (…) lograr que esos ocho hombres, en esa habitación, detengan la muerte de 30.000 niños cada día por la pobreza extrema», dice el sitio web de Live 8.
«Así como la gente pidió el fin de la esclavitud, pidió el sufragio femenino, pidió el fin del apartheid, ahora exigimos el fin de la absurda injusticia de la extrema pobreza», manifestaron los organizadores de Live 8 en una carta publicada el sábado.
Geldof pretende específicamente que se duplique la ayuda a los países pobres, que se cancele la deuda de las naciones con graves problemas financieros y que haya reglas de comercio internacional más justas.