Los equipos de la Copa América preparan nuevas embarcaciones

Como si de un secreto de Estado se tratase, los doce equipos en competición están metidos de lleno en la construcción de los nuevos barcos para el próximo año.

15 de noviembre de 2005. El tiempo de asueto está a punto de finalizar para los deportistas que compiten en esta 32 edición de la Copa América. Sin embargo, hay quienes no han parado un solo segundo: los ingenieros y diseñadores de las embarcaciones que llevan trabajando prácticamente de sol a sol para lanzar mejoradas versiones de los doce barcos que se disputan la gloria en el campo de regatas. Serán las nuevas embarcaciones de la Versión 5 de la America ´s Cup Class. Según han indicado a Elsemanaldigital.com fuentes de la organización «se espera que, al menos, cada uno de los doce equipos hagan un nuevo barco para afrontar con garantías las campañas que les quedan por delante hasta 2007».

Así, teniendo en cuenta el protocolo de la 32 Copa América para la temporada 2007, todos los equipos deberán regatear en barcos hechos en el país de origen del club náutico por el que estén desafiando. Esto significa que los nuevos equipos, como el United Internet Team Germany, el China Team, el K-Challenge, el Shosholoza, el Desafío Español y el +39 Challenge están obligados a construir los barcos nuevos antes de la Louis Vuitton Cup o, en el caso de los equipos franceses o italianos, adquirir unidades antiguas que hayan sido construidas en sus países, situación está que provoca que los constructores vayan ya a estas alturas a contrarreloj.

Los equipos que provienen de la última Copa, como el Luna Rossa, el Victory Challenge, el BMW ORACLE Racing, el Mascalzone Latino-Capitalia Team, el Emirates Team New Zealand o el Defender, Alinghi, si quieren pueden optar por utilizar sus antiguos barcos. De todas formas y como hemos dicho anteriormente, todos estos equipos están planeando construir un barco nuevo y se espera que la mayoría de ellos construyan dos, que es el número máximo permitido por las reglas de la clase. La botadura de un barco nuevo es un hito importante para cualquier campaña de la Copa América, siendo objeto de un tremendo interés, tanto para los aficionados como para los demás equipos. Como los barcos de esta competición no son ni monotipos ni completamente iguales, el diseño puede ser crucial para conseguir la mayor velocidad posible.

Se invierten decenas de millones de euros en el diseño y pruebas de los nuevos barcos. Según la organización, «el poderío y los recursos que se vierten en el proceso de diseño, se ven igualados por la fanática atención a los detalles con los que se construye un barco de la America ´s Cup Class. La embarcación resultante está entre los artefactos más complicados que la ingeniería naval haya conseguido nunca; aún cuando su vida útil como unidad de regatas competitiva se vea limitada a sólo un ciclo de la Copa, tal vez 50 o 60 días de regatas; aunque, lo más seguro es que sean sólo 25 o 30», explican.