LES LUTHIERS – Los secretos mejor guardados

Quiénes son los que nunca hacen música. Cuál de ellos trabaja más en las letras. Los asados creativos.Qué pasaría con el grupo si alguno decidiera abandonarlo ahora. Sus hobbies y sus preferencias políticas. Núñez Cortés, López Puccio, Rabinovich, Mundstock y Maronna hablan en serio.

Hubo un momento en que el todo empezó a ser más importante que cada una de sus partes. Desde entonces -pisando los 80-existe un contrato nunca explicitado: la química de Les Luthiers está por encima del talento individual. Sal! tuvo acceso a los expedientes secretos L.L. que permiten que la fórmula funcione. Veamos: hay dos integrantes que nunca hacen música; la letra de los últimos shows depende de Carlos López Puccio y Marcos Mundstock; Daniel Rabinovich, más que nada, aporta improvisación. Antes de cada estreno, primero existieron funciones internas; después, para un público de 100 personas, y más tarde, los integrantes comprobaron «científicamente» que no hay nada mejor que testear lo que vendrá durante el espectáculo que está en marcha. O sea: el año que viene, cuando terminen de representar «Los Premios Mastropiero» (ya va por la segunda temporada) se habrán probado las piezas del siguiente show.

Bajo el seguro influjo del Di Tella, en los 70 Les Luthiers armaba «asados creativos». Se hacían una vez por semana y duraban mil horas. De ahí salieron gemas como «La gallinita dijo Eureka», «Canción para moverse» («Va empezar el juego, y no es complicado/estos diez deditos ya están preparados…» ¿Se acuerda?) o el » ¡Flor de relós!». Casi un luthier más, el Negro Fontanarrosa participaba de esas noches de humos y mollejas. Aunque fue cambiando la modalidad, para llegar al resultado gregario, siempre hay que atravesar reuniones del tipo y-vos-qué-trajiste.

«Los Premios Mastropiero», un ejemplo, nació en cuadernos individuales y, luego, en reuniones conjuntas, los cinco en una casa como la de López Puccio, con jardín, habitaciones palaciegas, silencio de barrio y puntualidad «five o ‘clock». Es «nos encontramos a tal hora», y que tal hora sea tal hora, porque estos muchachos no son muy pacientes. Un atraso puede disparar malhumores pasajeros.

«Marcos es un verdadero profesional de la demora», dice uno de los cuatro antes de que llegue La Voz. » ¿Sabés qué hace?-pregunta malicioso-: él no tarda media hora, tarda tres minutos más que el resto’ Y cuando todavía no pasaste de la puteada a la preocupación, aparece. Acordate: Marcos llega último», avisa con cara de yo-te-lo-firmo’
Timbre.
Marcos.

Tercer luthier en llegar a la entrevista. «Empezamos mal. Vas a creer que estaba mancillando a un compañero», sonríe el pecador. Al ratito están todos alrededor de una mesa ratona.

¿Así que López Puccio es clave en los textos? «Sí, yo no actúo porque no soy actor y porque acá hay muy buenos actores â??señalando a Marcos y Daniel-, pero me gusta mucho escribir».

Como en el 90 por ciento de los grupos, en Les Luthiers la letra se hace primero. Después llega el momento musical de Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés y el mismo Puccio. Maronna, «el Nene» por años, es un encanto de timidez, con sonrisa dibujada y comportamiento de nuevo stone, entre «richards» y «jaggers». A lo largo de dos horas habrá que interpelarlo si se pretende que forme parte de la nota. El dirá «sí», dirá «puede ser», nunca un «no».

http://www.clarin.com/diario/2006/06/30/espectaculos/c-01225670.htm

3 comentarios en “LES LUTHIERS – Los secretos mejor guardados”

  1. Hola, para manadr gacetilla de prensa de un espectaculos, ¿ a que direccion de mail puedo hacerlo ?.
    Gracias.
    Pablo Angeli

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