Sólo en el Gran Buenos Aires, Defensa Civil contabilizó ese número de viviendas con serias averías. En Aeroparque se demoraron algunas partidas por cinco aviones afectados por las piedras. Continúan las colas en Warnes para poder cambiar los parabrisas y lunetas rotos en automóviles.
El temporal que cayó ayer sobre la Capital y el Conurbano causó todo tipo de destrozos. Autos con lunetas rotas y la chapa dañada, techos y ventanas de viviendas y hasta aviones con abolladuras en las alas.
Esta mañana, el director de Defensa Civil de la provincia, Alberto Trípodi, confirmó que los techos de más de 2.500 viviendas humildes de los partidos de Moreno, Hurlingham e Ituzaingó quedaron seriamente afectados. Explicó que gracias a que el Río de la Plata no estaba crecido, no hubo evacuados. Tampoco tiene registro de personas heridas.
El ministerio de Desarrollo Humano provincial dispuso un esquema de emergencia para asistir a los damnificados. Se enviaron camiones cargados con frazadas, chapas y colchones a las zonas donde las viviendas sufrieron daños.
En tanto, en el aeroparque metropolitano los efectos del granizo también se sintieron. La Fuerza Aérea Argentina informó esta mañana de al menos cinco aviones que sufrieron abolladuras en sus alas, lo que obligó a demorar algunos de los vuelos que estaban programados para viajar al interior del país.
En Aerolíneas Argentinas cuatro aeronaves sufrieron abolladuras en las alas y en el fuselaje. Y un avión de Lan Argentina también resultó afectado y hasta esta mañana no habían logrado ponerlo en servicio.
La empresa de origen chileno anunció que su vuelo 4240 de las 6.30 a Mendoza no pudo partir y en principio fue reprogramado para las 11.55. Los vuelos de Aerolíneas Argentinas, por su parte, sufrieron algunas demoras a primera hora de hoy pero a media mañana la operación se había normalizado, dijeron las fuentes consultadas.
En Warnes, en tanto, continúan las largas colas que comenzaron en la tarde de ayer. La esperanza es conseguir un precio que no sea exorbitante y un turno lo más cercano posible para reparar los destrozos que causó a los automóviles el temporal de granizo que ayer azotó a la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
Algunos, incluso, comenzaron a hacer la filas en la tradicional calle de repuestos automotores del Barrio de Villa Crespo ya por la madrugada. La mayoría, con autos con los parabrisas destrozados y varias abolladuras. Entre los que esperaban, muchos señalaban su preocupación porque los vehículos dañados son su fuente de trabajo, como los taxistas, remiseros y transportistas de mercadería.
http://www.clarin.com/diario/2006/07/27/um/m-01241323.htm