Como entender la magia de Carlos Gardel

Cómo entender que un pueblo festeje, durante una semana, el 70 aniversario de la muerte de un cantante. Cómo entender la idolotría a un personaje que al sólo decir su primer nombre todos sepan de quién se está hablando. Cómo entender que el paso de los años agigantan su figura de artista. Cómo entender, otro 24 de Junio, sin la presencia física de se hombre que despierta tanta nostalgia. Cómo entender que su figura, su estampa de galán sea la mejor síntesis de los porteños de Buenos Aires.

Sólo podemos entender toda esta locura alrededor de él, si alguna vez recorrimos los lugares que él caminó y a los que él les cantó. Si visua-lisamos en la gente a la que le cantó toda esa inspiración única del tango, con sus tragedias y sus triunfos. Si alguna vez caminamos esos empedrados del bajo Flores, del Parquet Centenario, las esquinas con sabor a milonga, la de San Juan y Boedo antiguo, si morfamos algún bife de cuadril en uno de los bares al frente de la Plaza Martín Fierrro, saboreando un vaso de vino tinto. Tenemos que haber conocido la Boca, Caminito, las casas de madera, de chapas, el olor inconfundible del Riachuelo, el puente Pueryrredón y sus enormes hierros que lo sostienen, la isla Maciel, el paseo en bote. Haber comido en esos resutaurantes de tanos y tarante-las, donde parece que se hubiera detenido el tiempo. Sólo entenderemos de lo que estamos hablando, si alguna vez nos hemos acercado al viejo mercado del Abasto, donde aquel muchacho le cantaba a las mozuelas, ahí donde tiene una calle con su nombre y a la que tantos gobiernos la ignoraron.
Cómo entender la dimensión del ídolo si no has visto sus películas, que no son muchas pero que nunca dejarán de emocionar, en aque-llas semanas de homenaje en el Viejo cine San Juan, donde se escuchaba aplaudir al público de pié, después de cada tema, y los gritos de â??no te mueras nuncaâ?, â??sos lo máximoâ?,… la admiración total. O quizés, alguna vez te detuviste en la pantalla del televisor para ver los Grandes Valores del Tango, de Silvio Soldán, o la Vida y el Canto de Antonio Carrizo por radio. Esa es la Buenos aires a la que el le cantó. Aquella de la Avenida Corrientes, la que nunca duerme y sus cines llenos de luces en Lavalle, sus teatros y cabarutes, donde la gente camina y habla a los gritos. Tal vez alguna vez compartiste los gritos del gordo Muñoz relatando los goles por Radio Rivadavia, o los personajes que el tiempo y el destino se llevaron, ahí están el negro Olmedo y su humor irreverente, el inigualable Minguito, el talentoso Julio de Grazia, la palabra sabia de Néstor Ibarra, y de tantos otros. Quizás te identifiques mejor con los que sobreviven y tienen algo del ídolo, Alfredo Alcón, Antonio Gasalla, Miguel Angel Solá, la sabiduria del gordo Enrique Pinti, la gracia de Fernando Bravo, del siempre joven Juan Alberto Badía…
Cómo enteder a este perso-naje si no has pasado siquiera por las puertas del Hipódromo de Palermo e imaginarte a un Leguizamo, si no has pisado al tablón la cancha del Viejo Gasómetro de La Plata, ahí donde San Lorenzo se hizo bohemio. Si no has gritado algún gol en la Bombonera, en el Monumental o el de la doble viscera. Si no te has metido a San Telmo, yendo en colectivo o haciendo de Retiro a Constitución en el clásico subte.
Lo sé, no es fácil para muchos, entender por qué hoy, a 70 años de su muerte le siguen gritando que â??cada día canta mejorâ?. Esa magia solo le ppertenece a un hombre…el gran Carlitos Gardel.

http://www.identidadlatina.com/news.php?nid=703

1 comentario en “Como entender la magia de Carlos Gardel”

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