Capital: volvió a crecer la cifra de muertos en accidentes

En 2004 fallecieron 203 personas, casi un 10% más que en 2003. Según especialistas, las causas del incremento son la falta de educación vial, el deterioro de los vehículos y los controles deficientes.

El número vuelve a ser desagradable y preocupante. La cantidad de muertos por accidentes de tránsito en la Capital Federal volvió a aumentar en 2004, y se convirtió en la más alta de los últimos cuatro años. Mientras que en 2003 habían fallecido 185 personas, el año pasado murieron 203, lo que implica un 9,7% de incremento. En 2002, el número llegaba a 170 víctimas.

El dato, oficial, surge de los registros del Gobierno porteño. Otra fuente, el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), aporta otro relacionado y en alza: el año pasado, en la Ciudad hubo 1.497 accidentes viales graves (aquellos en los que una persona terminó con al menos una fractura), mientras que en 2003 habían sido 1.189, un 25% menos. En ambos casos, la cantidad de accidentes graves registrada en Capital significó un 12% del total del país.

Históricamente, la mayor cantidad de accidentes de estas características se producía en los barrios periféricos de la Ciudad o en sus puntos claves, como la avenida General Paz. Sin embargo, el ISEV detectó en 2003 que habían comenzado a ocurrir accidentes en puntos no «tradicionales», como la zona del Microcentro. Además, estos choques sucedían en cualquier momento, no con la prevalencia del típico horario del domingo a la madrugada. «Por ejemplo, antes era muy raro que alguien muriera en Santa Fe y Callao, pero desde hace dos años notamos que comenzó a pasar. La tendencia se sostuvo en 2004», comentó el presidente del ISEV, Eduardo Bertotti.

Las razones para que los accidentes sucedan son muchas. Para los especialistas en tránsito, el principal problema es la falta de educación y de apego a las normas por parte de los conductores y peatones. Y aportan otra cifra: el 75% de los accidentes se produce por errores que comete la gente, lo que se conoce como «factor humano». «Es habitual ver una madre esperando cruzar en una esquina con el cochecito de su bebé bajado a la calzada, lo que es un peligro. Lo mismo pasa con la gente que maneja sin el cinturón de seguridad puesto. Los porteños no tomamos los cuidados necesarios. Si a esto se le suma la falta de información, el problema es grave», aseguró Bertotti.

A su vez, Fernando Cano, titular de la ONG Ayuda al Accidentado, agregó: «Ultimamente notamos que en los barrios periféricos cada vez se respeta menos la luz roja en los semáforos».

Para Marcelo Aiello, del Centro de Estudios para la Seguridad Vial (CESVI), «para prevenir las muertes por accidentes es necesario un programa a largo plazo que contemple cuatro puntos: información, educación, control y penalización, en ese orden. Si falta al menos uno de los componentes, el resto no va a funcionar. No sirve si solamente se hacen campañas marketineras con eslogans piolas, resulta necesario informar a la comunidad con profundidad. De otra forma, cuando los controles no se mantienen, reaparecen los problemas».

Un segundo factor podría ser el mal estado de los vehículos. Tras la crisis, el parque automotor de la Capital pasó a tener una antigí¼edad de diez años promedio, la más alta de la década. Por la misma razón que muchos ya no pueden cambiar el auto, otros dejan de mantenerlo y aumentan los riesgos.

Un tercer punto son las deficiencias en los controles de tránsito. Aunque durante el año pasado se realizaron 1.546.844 multas (un promedio de 4.238 por día), más de la mitad fueron actas labradas por mal estacionamiento, una infracción que no tiene relación directa con la seguridad vial. En cambio, un 28% se labraron por exceso de velocidad, y sólo 7.854, un ínfimo 0,5%, fueron por no respetar la luz roja en los semáforos.

En la calle también perciben la falta de controles. Luis Fernández, presidente de la Asociación de Taxistas de Capital (ATC), aseguró: «El único control que funciona bien es el de las fotomultas, porque tiene un fin recaudatorio. Por ejemplo, en la avenida Brasil, que no es tan importante por su nivel de tránsito, la camioneta que saca las fotos pasa cuatro o cinco veces por día. El propio Gobierno porteño reconoció, cuando firmamos el Pacto de la Movilidad, que no lograba hacer cumplir las normas que ya existían, como evitar que circule transporte ilegal».

En 2004, en la Ciudad faltaron educación y controles, y sobraron accidentes. Más de lo mismo, pero no por eso menos preocupante

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