El presidente Carlos Mesa solicitó el envío de «veedores» al país. El pedido se produce horas antes de la crucial asamblea de Sucre, donde el Congreso debe decidir si acepta la renuncia del mandatario.
Con un llamado relámpago, el renunciado presidente boliviano Carlos Mesa le pidió ayer al presidente Néstor Kirchner que asista en la organización de una misión de veedores de Argentina, Brasil y la ONU ante la asamblea legislativa que debería comenzar hoy en Sucre, Bolivia.
Los alcances de esta gestión de buenos oficios, eran anoche imprecisos ya que dependen en gran medida de cómo se desenvuelva la crisis en estas horas.
Según consignó la agencia española EFE, Mesa acompañó el pedido con una carta que envió también al presidente brasileño Lula da Silva y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, donde indicó que Bolivia atraviesa «una de las coyunturas más críticas de su historia republicana».Y concluyó que la acreditación de uno o más representantes de Brasil, Argentina y la ONU sería un «gesto de que la situación de Bolivia es de importancia para la región y el hemisferio».
El congreso boliviano debe resolver si acepta la renuncia del presidente. Correspondería la sucesión al titular del Senado, Hormando Vaca Díez, a quien Mesa pidió también que renuncie.
Algunas versiones indicaban anoche que esa sería la misión más delicada de los enviados internacionales: persuadir a Vaca Díez de despejar el camino hacia un pronto llamado a elecciones.
Tras conocerse la renuncia de Mesa, Kirchner se había solidarizado con el boliviano, a quien expresó públicamente su «respeto» político. También reafirmó entonces su apoyo a la «continuidad constitucional» del sistema boliviano. Ayer, tras la charla telefónica se comprometió de inmediato con la misión.
Con el canciller Rafael Bielsa en la Casa de Gobierno, el Presidente definió la designación del ex vicecanciller radical Raúl Alconada Sempé, como delegado de Argentina. El dirigente de la UCR acompañó recientemente a Kirchner, y al ex presidente Raúl Alfonsín, en su viaje al Vaticano para asistir a la asunción del papa Benedicto XVI.
En el último año y medio se desempeñó como consultor externo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y justamente realizó varias misiones en Bolivia .
Alconada partirá hoy a las 11.30 en un vuelo privado â?? fue imposible conseguir uno de líneaâ?? tras precisar los objetivos de su misión en una cita con Bielsa y el secretario de Política Exterior, Roberto García Moritán.
Anoche ya hubo contactos con el delegado brasileño, Marco Aurelio García, asesor para temas internacionales del presidente Lula, quien estuvo recientemente en La Paz en los prolegómenos de esta crisis.
Un dato significativo es que Mesa solicitó un tercer veedor de las Naciones Unidas y no de la OEA. Es claro que con la presidencia del organismo interamericano a cargo de un chileno â??aun del peso de José Miguel Insulzaâ?? Bolivia, que mantiene una disputa con Chile por una salida al mar, descartó ese foro.
Así, hubo una gestión argentina y también un llamado de Mesa al secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien designó al colombiano José Antonio Ocampo, subsecretario para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU. Ocampo tiene un claro perfil económico, se desempeñó en la CEPAL y fue ministro de Finanzas de Colombia.
La decisión de involucrar a un funcionario de jerarquía de la ONU se vio como una manera de comprometer al organismo de manera más directa aunque las fuentes consultadas descartaron como «prematuras» las conjeturas acerca de si Argentina y Brasil podrían impulsar una resolución en el Consejo de Seguridad (ambos son este año miembros no permanentes), si la violencia se vuelve incontenible.