CARLOS CALVO – Tengo una alegrí­a bárbara y quiero contarla

Está eufórico y lo último que quiere es ocultarlo. Su hijo Facundo cumplió seis años y en marzo nacerá la nena, que ya tiene nombre: Abril. En cuanto al trabajo, hará la exitosa â??Taxi 1â? en Mar del Plata y este martes empieza a grabar â??Amo de casaâ?, una comedia para Canal 9.

Carlos Calvo (52) ha consumado la metamorfosis más importante de su vida y todo le parece lindo, bien, susceptible de ser disfrutado. Carlín no sólo ha superado el ataque cerebrovascular que sufrió en 1999, sino que ha encontrado una paz interior que no conocía. Su revolución ha sido posible a partir de que consolidó la relación con Carina Gallucci (36), con quien espera a Abril, el segundo hijo de la pareja, para fines de marzo. â??Cuando tuve el ataque, pensé que me sería imposible volver a trabajar. Por suerte logré eso y también un equilibrio emocional entre el laburo y mi familia. Esto es
algo muy fuerte, muy pesado para mí. Nunca estuve tan contento. Tengo una alegría bárbara y quiero contarlaâ?, afirma.

Carlín tiene la dicha de poder celebrar su presente y parece querer compartirlo con ese público que supo elevarlo a la estatura de ídolo, o de galán imposible, o de actor preferido, o de personaje simpático, o de mujeriego empedernido, según la óptica con que se lo mire. Está tostado y su semblante denota frescura. En camisa rosa, jeans y unas â??zapatotillasâ? negras, Carlín se ríe, bromea. â??Estuve mal de verdad, eh. Todo lo que viene ahora es de regaloâ?, asegura, empalagado.

– ¿Te parece mentira estar esperando tu segundo hijo?

-Y claro. Mirá lo loco que debo estar, que sueño con la nena sin verle la cara. Sueño que le pregunto: â?? ¿Dónde vas? ¿Con quién?â?. Esas cosas me matan. Seguramente me voy a divertir mucho porque me va a amar tanto como yo a ella.

– ¿Vas a ser muy «cuida»?

-No sé, creo que Facundo (su hijo de seis años) y Abril van a hacer lo que quieran conmigo. Lo único que ruego es que sean lo más sanos posible y que se puedan expresar libremente en todo lo que quieran hacer. Los voy a bancar a muerte.

-Después de tener a Abril van a ir por el tercero?

-No sé… Si alguien, alguna vez, me hubiera dicho que iba a terminar con una parejita de hijos, le habría dicho que estaba loco, borracho, delirando. Lo único que te puedo asegurar es que mi presente es maravilloso.

– ¿Para tanto?

-Pasa que estoy en una sintonía muy particular. Si hace cinco años alguien me decía que iba a formar parte de un éxito como «Taxi 1», que en 2006 iba a ser protagonista de un nuevo programa de televisión («Amo de casa», por Canal 9), y que iba a estar esperando mi segundo hijo, lo hubiera querido cagar a trompadas. Las charlas con mis amigos eran terribles, desgastantes. Había gente que me bancaba, pero igual estaba destruido.

Carlín habla menos como el playboy que supo ser que como el padre de familia que actualmente es. Confiesa que hace diez años llegó a tener â??temorâ? de quedarse solo. Y dice que â??hoy sería boleta, seguroâ?, si no la hubiera conocido a Carina, psicóloga y actriz, con quien comenzó a salir durante las grabaciones de «Hola, papi», hace ya ocho años.

– ¿Las mujeres les escapaban a las relaciones formales con vos porque sabían que no las tomabas en serio?

-Ese era uno de mis problemas. Y los otros eran que siempre prioricé mi profesión y que tampoco les creía que estuvieran enamoradas de mí. Esa era mi gran duda, un problema digno de llevar a terapia.

– ¿Y cuándo dijiste â??basta de jodaâ??

-Cuando tenía 41 ó 42 me puse un tope y dije: â??A los 45 encaro, porque si no me quedo solo». Y solo no me la hubiera bancado.

-Carina te rescató de esos temores…

-Seguro. Ella es uno de los pilares fundamentales de este presente. En los malos momentos que nos tocó pasar, ella siempre tuvo una gran alegría. Esa fue una de las cosas que me enamoró. Me hizo dar cuenta de que lo único que me faltaba era el equilibrio en lo familiar y lo laboral.

– ¿Qué cosas extrañás de tus tiempos de soltero?

– ¿Sabés que nada? Y eso me da alegría, porque quiere decir que uno creció.

-También se puede deducir que no extrañás nada porque las hiciste todas.

-Creo que viví todo lo que tenía que vivir y más también. Y lo bueno es que lo puedo contar. Entonces ya está. Ya sé lo que hay que hacer y lo que no, lo que puede hacer más o menos mal. Quiero cosas que me hagan bien y que les hagan bien a los que me rodean.

– ¿Entonces se puede decir que del galán no queda nada?

-Quedaron las ganas (sonríe). Quedó la parodia, la ironía, una metáfora. Pero ahora me volví más coqueto que antes. Cuando estuve mal no me afeitaba, me había descuidado. Mi mujer me alentó para que volviera a pensar un poco en mi imagen y me hizo bien.

– ¿Qué proyectos tenés para el futuro?

-A partir del accidente empecé a vivir el aquí y ahora. No pienso en nada más allá del presente porque me hace mal.

Carlín dice que â??quizás nunca más vuelva a estar diez puntos físicamenteâ?. Las secuelas de aquel fuerte ataque de presión se le notan al caminar: todavía conserva ciertas dificultades motrices que lo hacen ir despacio y renqueando levemente. Por eso todos los días sigue haciendo trabajos de rehabilitación en el centro Euquine. â??Es un equipo de gente maravillosa que siempre me bancó. Lo más importante es que estoy ciento por ciento de la cabeza y con todas las pilasâ?, resalta. Hay que creerle, a Carlín. Un poco porque sus palabras suenan sinceras y otro por la buena onda que destila. Comienza la sesión. El fotógrafo le pide que gesticule y él saca a relucir su repertorio más conocido: â??Es una luchaâ?, le dice a la lente con cara de sufrido. Y después lanza un â??estoy en el hornoâ?, anticipando la frase que el año que viene será su marca registrada en «Amo de Casa».

– ¿En qué lugar estás hoy como actor?

-Siento que encontré un lugar en la comedia. Antes estaba buscando un espacio. Probaba acá, probaba allá. Si en algún momento se presenta la chance de hacer otros géneros, los intentaré hacer. Pero la comedia es el lugar en el que me manejo como pez en el agua, y en el que el público se siente más cómodo al verme.

– ¿Sentís que la gente te va a bancar siempre?

-La gente ya me bancó en su momento, cuando volví después de lo que me pasó. Ahora tengo que sorprenderla en cada comedia que haga. Porque si le doy lo que quiere ver y nada más, la gente no se sorprende y entonces se aburre.

– ¿Alguna vez te pasó eso?

-Cuando hice Drácula. Ahí las cosas no salieron bien y la gente dijo no. Por eso fue muy importante escuchar que el público se volvía a reír conmigo. Pensé que no se repetiría jamas. Y ya ves, ahora soy el tipo más feliz del mundo.

http://www.clarin.com/diario/2005/12/02/espectaculos/c-01100518.htm