En los últimos meses, China discretamente retrasó los planes para la multimillonaria modernización de sus redes celulares, posiblemente asestando un golpe a firmas de equipos telefónicos estadounidenses y europeos que esperan obtener ganancias de la operación.
Ahora se espera que las poderosas compañías telefónicas estatales de China desplieguen menor cantidad y más pequeñas redes celulares de «tercera generación», o 3G, en los próximos años, dicen ejecutivos de la industria y analistas. Eso quiere decir un gasto significativamente menor en equipos más costosos de proveedores occidentales. Esas compañías crearon la mayor parte de la infraestructura celular existente en China y esperaban obtener grandes contratos para su actualización bajo algunos de los ambiciosos planes originales de los proveedores chinos.
Los grandes proveedores telefónicos también están esperando que el gobierno chino emita licencias básicas para autorizarlos a ofrecer el servicio para las redes 3G, una espera que continúa frustrando a algunas empresas.
Firmas occidentales como Siemens, así como gigantes como Ericsson, Nokia Corp., Motorola Inc. y Lucent Technologies Inc. han estado lucrando del crecimiento en China para contrarrestar sus caídas, particularmente mientras enfrentaban mercados telefónicos más saturados en Europa y Japón. Con 330 millones de suscriptores, China es el mercado celular más grande del mundo, aunque solamente 26% de su población está suscrita al servicio.
Las autoridades chinas están manejando con cautela el lanzamiento de sus elaboradas redes 3G, principalmente por preocupaciones de costos, dicen ejecutivos de la industria y autoridades chinas.
Los teléfonos de tercera generación ofrecen más Internet de banda ancha y servicios más sofisticados, permitiendo al usuario ver televisión y mantener videoconferencias en sus teléfonos.
China está consciente de que muchas compañías en Europa y Japón se han endeudado con la construcción de tales redes y que muchos clientes utilizan teléfonos costosos para las 3G con servicios antiguos, como hacer una simple llamada de teléfono. Esos servicios no le ayudan a los proveedores a cobrar las altas cuotas que necesitan para hacer las redes de 3G rentables.
Simon Leung, el nuevo presidente de operaciones para Asia Pacífico de Motorola, cree que las redes de 3G se confinarán inicialmente a ciudades populosas y provincias costeras desarrolladas de China donde los consumidores tienen más dinero y podrían pagar por servicios avanzados.
De todos modos, el gobierno no otorgaría las licencias para las 3G hasta finales de este año o principios de 2006. Ejecutivos occidentales, que esperaban la emisión de las licencias el año pasado y que están frustrados con los continuos retrasos, dicen que el gobierno aún está ocupado estudiando la salida de las redes 3G al exterior y cómo van a consolidar su propia industria telefónica.
Mats H. Olsson, quien controla el negocio de Ericsson en China Central, cree que China solamente otorgará tres licencias para redes 3G, en vez de las cuatro o cinco que había esperado en un principio.