El primer desfile homosexual jamás organizado en Rumania reunió, sin provocar incidentes, a más de 500 personas este sábado en el centro de Bucarest bajo la vigilancia de unos 200 miembros de las fuerzas del orden, particularmente nerviosos y agresivos.
Bajo una banderola en la que se leía «en la calle y orgullosos» los manifestantes, entre ellos algunos drag-queens y travestis, desfilaron en un ambiente de calma a pesar de los gestos obscenos y de los insultos de pequeños grupos de contra-manifestantes situados en las aceras.
Unos cincuenta jóvenes, entre ellos ‘skinheads’ que agitaban banderas de prohibición de la sodomía, proferían continuamente insultos que los manifestantes respondían diciendo: «os amamos».
Algunos de los contra-manifestantes fueron empujados sin miramientos por las fuerzas del orden.
Más tranquilos, los grupos de fieles ortodoxos salmodiaron cantos litúrgicos bajo una bandera en la que ponía: «Estamos a favor de un mundo más sano, sin homosexuales».
La manifestación, que duró media hora, se tuvo que dispersar tras las primeras gotas de lluvia y sobre todo por las amenazas lanzadas por los altavoces de varios responsables de las fuerzas del orden.